Granadilla
Granadilla es una villa del norte de la provincia de Cáceres, España, incluida en el municipio de Zarza de Granadilla.
Fue desalojada a mediados del siglo XX a consecuencia de la declaración de zona inundable debido a la construcción del Embalse de Gabriel y Galán.
En 1980 la villa fue declarada Conjunto Histórico-Artístico, y cuatro años después, en 1984, fue elegida para su inclusión en el Programa de Recuperación de Pueblos Abandonados.
Historia
Origen
Fernando II decidió fundar y fortificar una pequeña villa en un lugar escogido y muy estratégico, a fin de que sirviera de muro de contención contra el invasor, evitando de esa manera posibles avances de los infieles, que se asentaban y dominaban toda la parte meridional de las Transierras leonesa y castellana.
El sitio elegido para edificar la nueva población fue el noroeste de la actual provincia de Cáceres, junto a la histórica Vía de la Plata, al iniciarse la reconquista de la extensa comarca limitada por los picachos de la Carpetóvetónica y la margen derecha del Tajo. En 1170, don Fernando llevó a efecto la fundación de la Villa de Granada.
A la caída del Antiguo Régimen la localidad se constituye en municipio constitucional en la región de Extremadura, Partido Judicial de Granadilla[1 ]que en el censo de 1842 contaba con 130 hogares y 712 vecinos.[2]
Desalojo
A finales de la década de los cincuenta, con la irreversibilidad de las primeras expropiaciones, se producen también las primeras salidas de familias. Granadilla verá muy pronto el relevo de su párroco y, años más tarde, dejará de tener médico titular.
El éxodo masivo siguió al inicio de los años sesenta, según iba creciendo el nivel del pantano y pagadas las expropiaciones de las sucesivas cotas, motivando la evacuación de más de noventa familias campesinas de Granadilla.
De esa manera tan desagradable y tan poco respetuosa con los débiles, que no corresponde a la grandeza que un día tuvo, comenzó el abandono definitivo de Granadilla. Sus últimos moradores se fueron durante el año 1966, pero antes de ello pudieron llegar a ver sus fértiles tierras de la Vega Baja inundadas por las subidas del nivel de las aguas. Sus medios de vida desaparecieron permaneciendo solo el pueblo a flote, como una inmensa nave, formando una península de difícil acceso por cuanto por entonces todas las carreteras también quedaron inundadas.
El territorio del pueblo fue dividido en 1965 entre los municipios limítrofes de Mohedas y Zarza de Granadilla, pasando la capitalidad del partido a Hervás.
Rehabilitación
La rehabilitación y recuperación de Granadilla comenzó a partir del año 1986, en el que fue restaurado urgentemente el castillo debido a su lamentable estado de deterioro a causa de las lluvias. Al carecer de cubierta de protección, los sillares interiores de granito comenzaron a disgregarse peligrosamente, fenómeno que hoy día puede aún observarse al pasar los dedos por ellos. Aunque estéticamente no es muy afortunada, la rehabilitación de este castillo sirvió para frenar su progresiva ruina, además de servir de excelente atalaya desde donde se puede observar todo el pueblo y un amplio panorama con hermosas puestas de sol.
El verdadero impulsor material del milagro de Granadilla fue el arquitecto Antonio Espejel, encargado de su recuperación y rehabilitación tras el acuerdo tomado por los ministerios de Obras Públicas y Urbanismo, Educación y Ciencia, y el de Agricultura, Pesca y Alimentación a través del ICONA.
Muchos estudiantes acuden cada año a ayudar a rehabilitar el pueblo. Gracias a ellos y a muchas más personas el pueblo va resurgiendo poco a poco,aunque todavía queda mucho para que se terminen estas tareas de rehabilitación. Durante la celebración de los Difuntos (1 y 2 de noviembre) muchos granadillanos se siguen dando cita en el pueblo y a fines del siglo XX se abre una agria polémica entre los partidarios de que el pueblo siga como está (utilización por parte de estudiantes) o de que se abra la posibilidad de que antiguos propietarios recuperen sus propiedades.
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