El Valle de AMBROZ
El valle del Ambroz es otros de esos sitios ideales para «practicar» turismo rural. El paisaje es magnífico, el clima acompaña y existen una gran variedad de casas rurales, apartamentos rurales y hoteles rurales que seguro hacen las delicias de la mayoria de los viajeros.
Situado al norte de la provincia de Cáceres, junto al limite de la provincia de Salamanca. Rodeado de montañas de más de 2.000 metros, es un verdadero vergel de la naturaleza, con un microclima especial que le proporcionan unos inviernos suaves y unos veranos frescos. Este valle linda con el Valle del Jerte a través del Puerto de Honduras, de 1.435 m., enclave de especial belleza..
En los términos municipales de algunos pueblos, como Hervás, Baños de Montemayor o La Garganta la nieve es abundante en gran parte del año.
En su vegetación destacan los extensos bosques de Castaños y Robles. En el Ambroz existen algunos ejemplares de árboles monumentales, como son: “El Alcornoque de la Cerca de la Fresneda”, en Aldeanueva del Camino; “El Castaño Temblar” en Segura de Toro; y “El Castaño del Corbiche o la Marotera” en Casas del Monte.
Sin duda la reina del Valle es la privilegiada naturaleza, veranos frescos, mágicos otoños y verdísimas primaveras. Pero en el Ambroz hay más cosas que destacar: su historia y su cultura. Por aquí han pasado varias pueblos antiguos con sus culturas. Así lo demuestran ejemplos como:
– El Toro Celta de Segura de Toro.
– La Via de la Plata romana, que recorre de norte a sur el Valle, con visibles restos en el Balneario de Baños de Montemayor y en la Villa de Granjuela de Casas del Monte.
– El legado judío, pueblo que dejó huella indudable de sus siglos de permanencia en el Barrio Judio de Hervás, conjunto histórico-artístico de gran belleza y miembro de la Red Nacional de Juderías. Sus casas de madera y adobe se agrupan en torno al antiguo Castillo templario.
– Otra joya artística que no puede dejar de visitarse si se viene al Valle del Ambroz es el Palacio de Sotofermoso, en Abadía, también conocido como de los Duques de Alba, y que cuenta con un precioso claustro de estilo mudejar.
VALLE DEL AMBROZ, LUGARES DE INTERÉS.
– Los Balnearios de Baños de Montemayor, en uno perduran las verdaderas termas romanas utilizadas en aquella época, y en el otro de reciente creación se disponen de las técnicas más avanzadas en la especialidad de las aguas termales. Las curativas aguas termales de Baños no son sólo muy apropiadas para tratar enfermedades reumáticas, dermatológicas y respiratorias, sino muy apropiadas también para relajarse y acabar con el estrés, ya disfrutadas por los soldados romanos cuando venían de sus conquistas. Este lugar es también en la actualidad Museo Romano, en él podemos apreciar las Termas Romanas, Bañeras, Pilas, Monedas y otros objetos de la época.
– Barrio Judio de Hervás.. Complejo monumental, belleza arquitectónica heredada de la cultura sefardí, hoy perteneciente a la Red Nacional de Juderías. Sus callejuelas, sus humildes construcciones de madera y adobe (barro sin cocer). Su castillo templario hoy Iglesia de Santa María y mirador perfecto del casco urbano y de la sierra.
–Piscinas Naturales , en casi todos los municipios, entre las que destaca la de la Garganta, Casas del Monte, Segura de Toro o Abadía.
– El Museo de la Moto Clásica, en Hervás, con más de 300 motos antiguas y bastantes coches de época e incluso carruajes.
–El Museo Pérez Comendador-Leroux, en Hervás. Un lugar en el que aunque de manera permanente se exponen obras del escultor hervasense, Enrique Pérez Comendador y su esposa, la pintora, Magdalena Leroux, tiene además continuamente exposiciones itinerantes o de carácter temporal.
– El Palacio de Sotofermoso o de los Duques de Alba, gran centro cultural durante la época del Renacimiento. Con preciosos jardines y un maravilloso claustro de estilo mudejar.
UN PASEO POR EL VALLE DEL AMBROZ
Otra reina del Ambroz es el Agua.
El Agua que movió antiguos molinos, el agua de los batanes y los telares, el agua origen del verdor que cubre este valle.
Agua en sus múltiples fuentes fuera y dentro de los pueblos, aguas cristalinas de sus ríos, de sus gargantas, de sus charcos, de sus acequias.
Las primaveras del Valle del Ambroz son un explosión de colorines, de olores que avivan nuestros sentidos. Nacen las fresas de Casas del Monte, las ciruelas claudias de Gargantilla y las “ambroné”, (etimológicamente proviniente de ambroz), riquísima variedad de cereza que se produce en todo el Valle.
En verano hemos de destacar además de sus noches fresquitas, motivo que atrae a gran cantidad de visitantes a permanecer en estas tierras desde hace años, la multitud de Fiestas Patronales en toda la zona, todos los fines de semana desde que empieza el verano no hay ninguno que no tengamos alguna fiesta en el Valle. En la actualidad se cuenta con una celebración más que se repite desde hace algunos años: Los Conversos, una representación teatral en la que participa el pueblo de Hervás, recreando la persecución a los Judíos conversos por la inquisición antes de su expulsión de España.
También hay otro evento que organiza la Asociación para el Desarrollo del Valle del Ambroz cada otoño y que se llama “Otoño Mágico”, se trata de un evento festivo, cultural y turístico, que se celebra envolviéndose con la magia de esta estación en la Comarca.
Y si el verano y la primavera merecen una visita, el otoño es el espectáculo en vivo y en directo. De nuevo una explosión colorista: el ocre, el naranja, el rojizo, el verde y el amarillo se mezclan para que admiremos los bosques de cerca y de lejos.
El valle en su plenitud podemos contemplarlo desde el pueblo más alto de la comarca: La Garganta, que tiene grandes bosques de castaño pero sobre todo miradores incomparables. Este municipio fundamentalmente ganadero, es el único que todavía practica una tradición ya perdida, la trashumancia. En los últimos años ha alcanzado mayor afluencia de visitantes debido a la cercanía que tiene con la pista de Ski de La Covatilla, en la sierra de Bejar. Destacan en este municipio los Neveros, antiguos pozos de nieve construidos por el hombre para guardar la nieve que caía durante el invierno e ir utilizándola durante todo el verano.
Comentarios recientes